¿Cuáles son los ETF más rentables?

¿Estás pensando en invertir en fondos cotizados? Entonces, seguramente te hayas preguntado cuáles han sido los mejores ETF de los últimos años. ¿Es mejor optar por los que siguen grandes indicadores como el S&P 500 o el Nasdaq 100? ¿O es mejor decantarse por fondos especializados en ciertos sectores concretos?

Los ETFs se han convertido en una de las estrategias financieras preferidas tanto entre pequeños inversores como entre gestores profesionales para hacer crecer su patrimonio. Una alternativa que destaca por sus bajos costes, sus posibilidades de diversificación y la facilidad para empezar a invertir frente a los fondos más tradicionales. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los ETFs son iguales. Mientras que algunos han generado una impresionante rentabilidad a lo largo de la última década, otros se han ido quedando rezagados.

Pero, ¿sabes realmente qué son los ETFs? A continuación, te explicamos cuáles son sus principales ventajas, cómo elegirlos para hacer crecer tu patrimonio y algunas recomendaciones de los mejores ETF de los últimos 10 años. 

¿Qué son los ETFs?

Los ETFs (Exchange-Traded Funds), o fondos cotizados, son vehículos de inversión que nos permiten acceder a una amplia gama de activos financieros. Por lo general, replican un referente de mercado. Su gestión es pasiva y no tienen costes de gestión como los fondos activos. 

Además, a diferencia de los fondos tradicionales, se compran y se venden en tiempo real, ofreciendo una mayor flexibilidad y liquidez. Muy atractivos para aquellos que quieren diversificar su cartera sin tener que comprar cada activo de manera individual. 

Características principales de los ETFs

Los ETFs combinan las ventajas de los fondos de inversión con las de las acciones, permitiendo acceder a una amplia gama de activos con facilidad, ofreciendo diversificación, flexibilidad y bajo coste. Además, se negocian en tiempo real en las bolsas de valores, lo que les confiere una mayor liquidez. 

Por eso, no es extraño que hayan ido ganando mucha popularidad en los últimos años. Plataformas como Xtrackers MSCI, iShares STOXX Europe 600, o Amundi MSCI han creado productos que permiten acceder al mercado de valores internacional con más facilidad.

Diversificación

Los ETFs permiten acceder a una cartera diversificada de activos con una única inversión. En lugar de comprar acciones individuales de diferentes empresas o depósitos por separado, los inversores pueden adquirir un ETF que represente un índice completo, como el S&P 500, un sector específico (tecnología, salud, energía, etc.) o incluso una combinación de activos de diferentes países. 

Pero también existen ETFs que invierten en materias primas como el oro, la plata o el petróleo, permitiendo acceder a diferentes activos sin la necesidad de comprarlos directamente.

Bajos costes

Uno de los mayores atractivos de los ETFs es su estructura de bajo coste. A diferencia de los fondos convencionales, que requieren una gestión más activa y que suelen tener comisiones más elevadas, los ETFs se gestionan de manera pasiva. 

De esta forma, las comisiones de administración se reducen considerablemente, convirtiéndolos en una opción más rentable para reducir costes al mismo tiempo que logramos diversificar nuestra estrategia.

Liquidez

Los mejores ETFs se negocian en el mercado de valores de la misma manera que las acciones, por lo que pueden comprarse y venderse en tiempo real durante el horario de apertura. Esto los diferencia de los fondos tradicionales, que solo permiten realizar operaciones al final del día. 

La liquidez de un ETF depende del volumen de negociación y de los activos que lo componen, pero normalmente suelen contar con una gran liquidez, facilitando la entrada y la salida de posiciones sin grandes costes extra.

Flexibilidad

Actualmente, podemos encontrar diferentes categorías de ETFs que se adaptan a las necesidades y al perfil de cada inversor. Centrados tanto en la renta variable como en la renta fija, sectores específicos, países emergentes o desarrollados, estrategias de dividendos e, incluso, algunos para replicar estrategias como el factor investing. Pero también existen ETFs apalancados y de venta en corto que permiten especular sobre las fluctuaciones de la economía.

Transparencia

Los ETFs ofrecen información transparente en tiempo real, permitiendo saber en todo momento en qué activos están invertidos nuestros fondos. Las gestoras suelen publicar diariamente la composición de sus carteras, de manera que podamos tomar decisiones más acertadas y, al mismo tiempo, disfrutar de un mayor control sobre nuestro patrimonio.

Costes reducidos y eficiencia

A diferencia de los fondos de gestión activa, donde los gestores toman decisiones constantemente sobre qué activos comprar o vender, los mejores ETFs suelen replicar índices de referencia, lo que reduce significativamente los costes operativos.

Por ejemplo, mientras que muchos fondos activos pueden cobrar tarifas de gestión que varían entre el 1% y el 2%, el Amundi Euro Stoxx Banks UCITS ETF tiene unos gastos del 0,30%. Gracias a ello, podemos conservar la mayor parte de nuestros rendimientos a largo plazo. Además, al reducir los movimientos de compra y venta de activos dentro del fondo, también se reducen los costes de transacción y la carga fiscal.

Accesibilidad internacional

Los ETFs nos permiten acceder al mercado de valores internacional de forma sencilla y segura. Por ejemplo, gracias a los ETFs UCITS, regulados en la UE, podemos invertir en numerosos activos, incluyendo acciones, renta fija, sectores específicos, materias primas y empresas tecnológicas de diferentes regiones. Gracias a ello, podemos diversificar geográficamente nuestro portfolio sin tener que realizar distintas transacciones.

Reinversión de dividendos

Algunos ETFs permiten reinvertir los dividendos automáticamente en lugar de pagarlos en efectivo, aprovechando el potencial del interés compuesto y aumentando la rentabilidad a largo plazo sin que tengamos que preocuparnos por la reinversión manual de los beneficios.

Inconvenientes de invertir en ETFs

Aunque los ETFs ofrecen muchas ventajas, también conllevan ciertos riesgos que pueden variar en función de la clasificación del ETF y de las condiciones del momento. Desde fluctuaciones económicas que afectan al valor de los activos a otros más específicos, como la falta de liquidez o los problemas de seguimiento del índice. A continuación, exploramos los más comunes asociados a los ETFs y cómo impactan la rentabilidad y seguridad de nuestro patrimonio.

1. Riesgo de mercado

Los ETFs están sujetos a las fluctuaciones económicas, por lo que su valor puede subir o bajar según el escenario económico. Es cierto que pueden diversificarse, pero no están exentos de sufrir los efectos de las crisis económicas, las recesiones o los cambios en los tipos de interés. 

Por ejemplo, un ETF de renta variable puede experimentar pérdidas importantes cuando se producen caídas del mercado, mientras que un ETF de bonos puede verse afectado por cambios en la política monetaria.

2. Riesgo de liquidez

Aunque los ETFs suelen tener una buena liquidez, algunos pueden tener menor volumen de negociación, lo que puede dificultar la venta sin rebajar el precio. Lo que suele ocurrir especialmente en ETFs de países emergentes, sectores específicos o estrategias menos comunes.

3. Riesgo de seguimiento (Tracking Error)

El objetivo de un ETF es replicar el rendimiento de un índice concreto, pero en la práctica, podemos encontrar diferencias entre ambos debido a las comisiones, los costes de reequilibrio o las dificultades para replicar exactamente la composición del índice.

4. Riesgo de contraparte

Para replicar el rendimiento de un índice, en lugar de comprar directamente los activos subyacentes, algunos ETF utilizan derivados o swaps. En estos casos, existe la posibilidad de que la entidad que emite los derivados (banco de inversión u otra institución financiera) no pueda cumplir con sus obligaciones, afectando al valor del ETF.

5. Riesgo regulatorio y fiscal

Las normativas sobre ETFs pueden cambiar en función del país, afectando su tributación o disponibilidad. Además, algunos ETF pueden tener estructuras fiscales complejas, lo que puede generar impuestos adicionales o problemas de declaración.

¿Cuál suele ser la rentabilidad anual de un ETF?

La rentabilidad anual de un ETF puede variar considerablemente según la propia clasificación de fondo, su estrategia de inversión y el mercado en el que invierte. Sin embargo, hay ciertos parámetros generales que pueden darnos una idea de lo que podemos esperar.

ETF de renta variable

Los ETF que siguen referentes de renta variable, como el S&P 500, pueden ofrecer una rentabilidad anual promedio histórica de entre el 7% y el 10%. Sin embargo, también suelen estar más expuestos a la volatilidad económica y pueden experimentar años de pérdidas significativas durante periodos de recesión o crisis financieras.

ETF de bonos o renta fija

Los ETF de renta fija, que invierten en deuda del gobierno o de empresas privadas, suelen ofrecer una rentabilidad más baja que los de renta variable, dado que son considerados productos menos arriesgados. La rentabilidad de estos ETF puede variar entre el 1% y el 5% anual, dependiendo de la calidad y de las tasas de interés. Durante un ciclo de tasas de interés bajas, pueden ofrecer rentabilidades más bajas.

ETF sectoriales y temáticos

Los ETF que invierten en ciertas categorías específicas (como tecnología, energía, salud, energías renovables o inteligencia artificial) pueden tener una rentabilidad anual más variable. Pudiendo generar beneficios muy interesantes en periodos de crecimiento fuerte de ciertos sectores, pero también pueden ser más volátiles y tener pérdidas en tiempos de crisis o ajustes económicos.

ETF de mercados emergentes

Debido al rápido crecimiento económico de ciertos países emergentes, los ETF que invierten en países regiones como China o América Latina suelen ser más rentables. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las posibilidades de pérdidas también son mayores, pues suelen presentar una mayir inestabilidad política, económica o regulatoria, pudiendo generar ganancias más impredecibles. La rentabilidad anual de estos ETF puede oscilar entre el 5% y el 15%.

¿Conviene invertir en ETFs?

Entonces, ¿son realmente adecuados los ETF para aumentar tu patrimonio? La respuesta depende de varios factores.

Si buscas una forma sencilla de diversificar tu cartera, reducir riesgos y acceder al mercado de valores internacional por un coste más bajo, los ETF pueden ser una excelente opción. Además, ofrecen una gran flexibilidad para comprar y vender, lo que los convierte en una herramienta muy atractiva si buscas liquidez. 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los ETF son iguales. Es cierto que ofrecen numerosas ventajas frente a los fondos tradicionales, pero siguen estando expuestos a riesgos de mercado, liquidez y seguimiento. 

Con lo cual, si invertimos en un ETF sin entender su comportamiento, nos exponemos a grandes pérdidas. Por eso, para elegir el más adecuado, es necesario analizar ciertos aspectos como la rentabilidad histórica, el ratio de gastos y la composición del fondo.

En definitiva, si se utilizan dentro de una estrategia de inversión bien definida, los ETFs pueden ser un producto muy rentable para hacer crecer nuestro patrimonio a largo plazo. 

¿Cómo saber cuáles son los mejores ETF?

Para saber cuáles son los mejores ETFs, debemos valorar los siguientes factores:

1. Rentabilidad histórica: lo primero que debemos evaluar es su rentabilidad en el pasado. Aunque es cierto que los datos históricos no garantizan resultados futuros, un ETF con una rentabilidad consistente y superior a su marcador de referencia siempre es un buen indicador. Es importante valorar su rendimiento tanto a corto como a medio y a largo plazo para tener una idea clara de cómo se ha comportado en diferentes situaciones de mercado.

2. Ratio de gastos: también es importante tener en cuenta el ratio de gastos (TER), ya que esto influye directamente en su rentabilidad. Un ETF con un ratio de gastos más bajo, normalmente será más rentable de cara al futuro, ya que sus comisiones no reducirán tanto las ganancias. 

3. Tracking Error: mide la diferencia entre el rendimiento del ETF y el índice que replica. Si es bajo, indica que el ETF sigue de cerca el índice, lo que puede ser un buen indicador de su eficiencia a la hora de replicar la evolución del mercado de valores.

4. Liquidez: un ETF con una liquidez elevada permite comprar y vender fácilmente sin que exista un gran impacto en su precio. Especialmente importante para aquellos que desean entrar o salir rápidamente de una posición. Los ETF populares que siguen referentes más amplios suelen ser más líquidos.

5. Diversificación y exposición a diferentes categorías: la diversificación dentro del ETF también influye considerablemente en su rentabilidad. Un ETF que invierte en una amplia selección de productos o sectores puede soportar mejor las fluctuaciones del mercado y generar un retorno más estable a largo plazo. 

¿Cuáles han sido los ETFs más rentables de los últimos 10 años?

A lo largo de la última década, los mejores ETFs más rentables han estado ligados principalmente a la tecnología y a los mercados emergentes. A continuación, te dejamos nuestras recomendaciones:

1. SPDR MSCI World Technology UCITS ETF USD (+19,84% anualizado)

Este ETF ofrece acceso a las principales compañías tecnológicas del mundo, lo que lo convierte en una opción muy interesante que ofrece mucha estabilidad. Eso sí, no hay que perder de vista que su concentración en tecnología resulta más arriesgada debido a las posibles caídas.

Ventajas

  • Exposición a grandes tecnológicas como Microsoft, Apple y Nvidia.
  • Rentabilidad superior al MSCI World.
  • Alta liquidez, lo que permite comprar y vender con facilidad.


Inconvenientes

  • Alto riesgo por estar muy centrada en tecnología.
  • Sensibilidad a los cambios regulatorios en el campo de la tecnología.

2. Xtrackers MSCI World Information Technology UCITS ETF USD (+19,88% anualizado)

Otro de los mejores ETF son los Xtrackers MSCI, que ofrecen una composición similar pero con pequeñas diferencias en la distribución de activos. Una excelente alternativa para diversificar dentro del mundo tecnológico global, pero que también puede ser más arriesgado debido a la volatilidad del sector.

Ventajas

  • Similar al anterior, pero con una ligera variación en la distribución de empresas.
  • Amplia diversificación dentro del sector tecnológico global.
  • Buena rentabilidad histórica con respecto a otros activos.


Inconvenientes

  • Alta volatilidad, lo que quiere decir que pueden producirse posibles fluctuaciones bruscas de precio.
  • Dependencia del rendimiento de pocas empresas líderes.

3. iShares Nasdaq 100 UCITS ETF USD (+20,56% anualizado)

Permite invertir en las 100 mayores empresas del Nasdaq, con una fuerte presencia de gigantes tecnológicos. Es ideal para quienes buscan exposición a la innovación y el crecimiento del sector tecnológico estadounidense. No obstante, hay que tener en cuenta que concentrar todo nuestro patrimonio en un único mercado puede resultar muy arriesgado.

Ventajas

  • Invierte en las 100 mayores empresas tecnológicas del Nasdaq.
  • Alta rentabilidad histórica en comparación con otros activos.
  • Diversificación dentro del sector tecnológico de EE.UU.


Inconvenientes

  • Dependencia de empresas estadounidenses.
  • Sensibilidad a políticas económicas y regulatorias de EE.UU.

4. Amundi MSCI China UCITS ETF (+44,73% anual en 2024)

Este ETF brinda acceso al mercado chino, permitiéndonos beneficiarnos de su alto crecimiento para aumentar nuestro patrimonio. Esto lo convierte en uno de los mejores ETF en la actualidad. Sin embargo, invertir en China implica posibles cambios tanto en el marco regulatorio como geopolítico, pudiendo afectar al comportamiento del fondo.

Ventajas

  • Acceso al crecimiento económico chino.
  • Diversificación fuera de mercados tradicionales como EE.UU. y Europa.
  • Potencial de alta rentabilidad en mercados emergentes.


Inconvenientes

  • Regulaciones cambiantes en China.
  • Riesgo geopolítico que puede afectar a la estabilidad del mercado.

5. Lyxor MSCI Disruptive Technology ESG Filtered UCITS ETF USD (+21,32% anualizado)

Las nuevas tecnologías están transformando muchos sectores, desde la inteligencia artificial hasta la biotecnología. Este ETF ofrece una cartera diversificada de empresas innovadoras con un enfoque sostenible.

Ventajas

  • Inversión en compañías tecnológicas innovadoras.
  • Criterios ESG que favorecen inversiones sostenibles.
  • Potencial de crecimiento en nichos emergentes.


Inconvenientes

  • Alta volatilidad por tratarse de empresas con poca trayectoria.
  • Hay compañías que pueden no consolidarse a largo plazo.

6. Vanguard S&P 500 UCITS ETF USD (+18,45% anualizado)

Otro de los mejores ETF es el Vanguard S&P 500 UCITS ETF USD, que replica el S&P 500, formado por las 500 mayores empresas de EE.UU. Ideal para aquellos que buscan exposición a la economía estadounidense con una estructura de bajo coste.

Ventajas

  • Diversificación en sectores clave de la economía de EE.UU.
  • Bajas comisiones de gestión en comparación con otros ETFs.
  • Históricamente, el S&P 500 ha ofrecido una rentabilidad bastante estable.


Inconvenientes

  • Alta concentración en grandes empresas estadounidenses.
  • Menor exposición a mercados emergentes.

7. iShares MSCI Emerging Markets UCITS ETF USD (+22,17% anualizado)

mayores tasas de crecimiento que los mercados desarrollados.

Ventajas

  • Diversificación en economías de rápido crecimiento.
  • Posibilidad de beneficiarse del desarrollo industrial y tecnológico de estos países.
  • Potencial de mayor rentabilidad a largo plazo.


Inconvenientes

  • Mayor riesgo político y regulatorio.
  • Monedas más volátiles que pueden afectar la rentabilidad.

8. SPDR Gold Shares ETF (+12,58% anualizado)

Entre las materias primas, el oro ha sido históricamente un refugio seguro en tiempos de incertidumbre. SPDR Gold Shares permite invertir en oro sin necesidad de comprar el metal físico, lo que lo convierte en uno de los mejores ETF para materias primas.

Ventajas

  • Activo refugio en períodos de crisis económica.
  • Buena cobertura contra la inflación.
  • Fácilmente negociable en comparación con la compra de oro físico.


Inconvenientes

  • Al ser una materia prima, no genera ni intereses ni dividendos.
  • Su rendimiento depende del precio del oro, que normalmente va variando.

¿Cómo elegir los mejores ETFs para tu cartera?

Para poder, elegir el ETF adecuado, es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:

1. Define tu perfil

Antes de invertir, es importante determinar cuáles son las pérdidas que estamos dispuestos a asumir y establecer nuestros objetivos financieros. En caso de que tengas un perfil conservador y estés buscando estabilidad, los ETF de renta fija o bonos pueden ser una excelente opción, ya que son menos volátiles y permiten recibir pagos de intereses periódicos. 

Pero si lo que buscas es maximizar la rentabilidad a largo plazo y estás dispuesto a asumir más pérdidas, puedes optar por los ETF de renta variable. De esta forma, podrás invertir en acciones de empresas de distintas categorías y regiones, con potencial de mayor crecimiento, pero también con mayores variaciones de valor.

2. Revisa el ratio de gastos

Otro de los principales atractivos de los ETF es su bajo coste con respecto a los fondos de inversión tradicionales. Sin embargo, no todos los ETF tienen la misma estructura de comisiones. Un ETF con comisiones más elevadas puede reducir considerablemente el retorno de inversión a largo plazo. 

Para obtener una mayor rentabilidad, antes de invertir, es aconsejable que compares las comisiones de gestión y otros costes, como el “spread” entre el precio de compra y venta. En este sentido, lo ideal es optar por ETF con un ratio de gastos por debajo del 0,5%.

3. Diversificación adecuada

Invertir en un solo ETF puede ser arriesgado, ya que estarás expuesto al comportamiento de un único índice o sector. Para evitar posibles pérdidas, lo más aconsejable es combinar distintas categorías de ETFs para diversificar tu cartera. Por ejemplo, puedes incluir ETFs de diferentes mercados y sectores y otros que ofrezcan dividendos para obtener ingresos pasivos regulares. De esta forma, podrás equilibrar las posibles pérdidas y aprovechar las oportunidades de diferentes segmentos del mercado.

4. Revisar la rentabilidad histórica

Un ETF con una rentabilidad consistente en el tiempo y que supere a su marcador de referencia puede ser una opción interesante. Es cierto que un buen rendimiento en el pasado no garantiza resultados en el futuro, pero revisar la evolución de un ETF en distintas condiciones económicas puede darnos una idea de su evolución a lo largo del tiempo. 

Sin embargo, es muy importante analizar otros factores, como la composición del fondo y su volatilidad. Además, los ETF que ofrecen buenos resultados a corto plazo pueden estar sobrevalorados, por lo que es conveniente evaluar su sostenibilidad a largo plazo.

5. Considera la fiscalidad

Muchos inversores se olvidan de las cuestiones fiscales, pero lo cierto es que puede influir considerablemente en la rentabilidad neta de la inversión. Dependiendo del país en el que residas, algunos ETFs tienen ventajas fiscales que pueden hacerlos más atractivos. 

Por ejemplo, los UCITS ETF USD suelen ser la mejor opción para ciudadanos europeos, ya que cumplen con regulaciones específicas que ofrecen beneficios fiscales, como la exención de retenciones en origen sobre dividendos. En cualquier caso, antes de invertir, lo más recomendable es que consultes con un asesor fiscal para optimizar tu estrategia y minimizar los riesgos del pago de impuestos sobre tus ganancias.

Invierte en ETFs de manera inteligente a través de Mintos

Invertir en ETF puede ser una excelente manera de diversificar tu cartera y aprovechar las oportunidades que ofrecen actualmente los diferentes sectores y mercados. Lo más importante es saber elegir los fondos adecuados en función de tu perfil y de tus objetivos financieros.

En Mintos te ofrecemos la plataforma ideal para empezar en el mundo de las inversiones y gestionar tu capital. Contando con una amplia selección de ETF con diferentes características y niveles de riesgoque te permitirán crear una cartera bien equilibrada. Además, dispondrás de herramientas con toda la información necesaria para tomar las decisiones más acertadas.

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