La inversión en activos financieros es una de las mejores estrategias para hacer crecer nuestro dinero a largo plazo. Sin embargo, cuando nos adentramos en el mundo de las inversiones por primera vez, es normal que nos surjan muchas dudas: ¿Qué tipos de activos existen? ¿Cuáles son los productos más rentables? Y, sobre todo, ¿cómo decidir cuál es la mejor opción en función de nuestras metas y nuestro perfil de inversor?
Por eso hoy, queremos despejar todas esas dudas, analizando de forma detallada en qué consiste invertir en activos, los diferentes tipos de activos que existen y sus características, de manera que puedas tomar las decisiones más inteligentes para hacer crecer tu patrimonio.
¿Qué es invertir en activos financieros?
Invertir en activos consiste en comprar activos con la expectativa de obtener una rentabilidad superior al capital invertido inicialmente, ya sea a través de ganancias de capital o mediante pagos recurrentes, como el pago de dividendos por acciones o el cobro de una renta fija a través de bonos.
De hecho, una de las principales características de este tipo de productos es su potencial para generar ganancias a largo plazo. Dependiendo de la rentabilidad del tipo de activo, nuestra tolerancia al riesgo, las condiciones del mercado y el horizonte temporal de la inversión.
Tipos de activos financieros
Los activos financieros son instrumentos que no tienen una forma física pero que conceden derechos sobre flujos de dinero en el futuro. Entre los más comunes se encuentran:
- Acciones: representan la propiedad parcial de una empresa.
- Bonos: instrumentos de deuda que emiten gobiernos o empresas.
- Depósitos de inversión: vehículos que agrupan el capital de varios inversores para invertir en diferentes activos.
- ETFs: fondos cotizados que replican índices o activos específicos.
Tipos de activos no financieros
A diferencia de los activos financieros, los activos no financieros incluyen aquellos bienes tangibles o intangibles que se compran con la esperanza de que lleguen a valer más con el tiempo. Algunos ejemplos incluyen:
- Inmuebles: propiedades o terrenos.
- Oro y metales preciosos: considerados activos refugio. Su coste tiende a aumentar en tiempos de incertidumbre económica.
- Arte y coleccionables: obras de arte o artículos raros que pueden revalorizarse debido a su exclusividad o demanda.
Ventajas de invertir en activos financieros
Invertir en activos financieros ofrece diversas ventajas, especialmente cuando se realiza de manera estratégica y con una adecuada diversificación.
Generación de ingresos pasivos
Una de las razones por las que muchas personas apuestan por este tipo de inversiones es para generar ingresos pasivos. Algunos activos financieros, como los bonos o las acciones, proporcionan dividendos o intereses regulares, proporcionando ingresos constantes.
Potencial de apreciación de capital
Algunos activos financieros, como las acciones de empresas de rápido crecimiento o los inmuebles, pueden revalorizarse con el tiempo, lo que se conoce como ganancia de capital. Sin duda, una de las formas de ganar dinero a largo plazo.
Diversificación y gestión del riesgo
Otra de las principales características de invertir en activos es la diversificación. Gracias a ello, podemos reducir el riesgo global de nuestra cartera. Por ejemplo, si tienes una combinación de participaciones, bonos y propiedades, un mal comportamiento de uno de los activos podría verse compensado por el balance del resto. Minimizando así el impacto de posibles pérdidas.
Protección contra la inflación
Algunos activos, como el oro o los inmuebles, tienden a revalorizarse a medida que los precios suben, ayudando a proteger tu capital frente a la inflación.
¿Qué activos financieros generan dinero?
Los activos que generan más dinero son aquellos que proporcionan una rentabilidad constante al comprador, ya sea a través de dividendos, alquileres u otros métodos.
- Bonos: los bonos proporcionan una renta fija de manera periódica.
- Participaciones que pagan dividendos: algunas empresas distribuyen una parte de sus ganancias económicas entre los accionistas, lo que genera un flujo constante de dinero.
- Propiedades de alquiler: los inmuebles pueden generar una renta a través del alquiler mensual.
- Fondos de inversión: muchas cuentas distribuyen los rendimientos generados por sus inversiones en forma de dividendos o intereses.
¿Cómo elegir el mejor activo para invertir?
A la hora de elegir nuestros activos para invertir, debemos tener en cuenta nuestros objetivos financieros, nuestro horizonte temporal, nuestro perfil de riesgo y las condiciones de la economía.
1. Define tus objetivos financieros: si buscas generar ingresos pasivos, instrumentos como los inmuebles o la bolsa que pagan dividendos pueden ser la mejor opción, ya que proporcionan un flujo constante de dinero. Si tu objetivo es el crecimiento a largo plazo, las acciones de empresas en crecimiento o depósitos de inversión pueden ofrecerte una mayor rentabilidad con el tiempo.
2. Evalúa tu perfil: si eres un inversor conservador, podrías optar por las Letras del Tesoro o los depósitos de renta fija, que aunque ofrecen resultados más bajos, también brindan mayor seguridad y una rentabilidad más predecible. Si no te importa correr más riesgos para obtener mayores ganancias, también puedes valorar las criptomonedas o los bienes raíces.
3. Considera tu horizonte temporal: si tienes previsto invertir a corto plazo, puede que los activos líquidos y menos volátiles sean la mejor opción, como los bonos de deuda pública o los fondos cotizados en bolsa (ETFs). Si tienes un horizonte más amplio, las acciones y los inmuebles pueden ser opciones más atractivas. De esta forma, podrás afrontar mejor las fluctuaciones del mercado y aprovechar la rentabilidad del interés compuesto.
4. Diversificación: en lugar de concentrar todo tu capital en un único activo, es recomendable diversificar para mitigar los riesgos en caso de que alguno de tus productos no esté rindiendo como esperabas.
5. Realiza una investigación de las condiciones del mercado: las condiciones macroeconómicas, como los tipos de interés, la inflación y las políticas estatales, pueden influir en el rendimiento de ciertos productos. Por eso, es importante que te mantengas al tanto de los cambios económicos.
¿Cuáles son los mejores activos financieros para invertir?
Cada tipo de producto tiene unas características que lo hacen adecuado para diferentes perfiles de inversores.
1. Acciones
El comprador adquiere una parte proporcional de la empresa, lo que le otorga derechos sobre sus resultados, como los dividendos, y la posibilidad de obtener ganancias de capital si el coste de la acción se revaloriza con el tiempo. La rentabilidad que puede obtenerse es considerablemente alta, pero hay que tener en cuenta que el riesgo también es mayor.
Ventajas
- Potencial de alto crecimiento y mayores ganancias: las participaciones en empresas de éxito pueden revalorizarse considerablemente, ofreciendo la oportunidad de obtener importantes ganancias.
- Dividendos regulares de algunas empresas: muchas empresas distribuyen una parte de sus ganancias entre los accionistas en forma de dividendos, proporcionando un flujo de dinero adicional.
- Liquidez alta: pueden comprarse y venderse en los mercados bursátiles de forma rápida y sencilla.
Inconvenientes
- Alta volatilidad y riesgo de pérdida: su comportamiento puede fluctuar considerablemente, lo que nos expone a importantes pérdidas.
- Dependencia de la rentabilidad y estabilidad de las empresas: su valor se encuentra estrechamente vinculado al rendimiento de la empresa emisora. Si la empresa se enfrenta a problemas financieros o operativos, el coste de las acciones podría caer.
- Riesgo de no recibir dividendos si la empresa no tiene beneficios: las compañías no están obligadas a pagar dividendos, y si no tienen buenos rendimientos o deciden no distribuirlos, los accionistas podrían no recibir nada.
2. Bonos
Los bonos son instrumentos de deuda emitidos por gobiernos o empresas, donde los inversores realizan un préstamo a cambio de una renta fija, que generalmente se paga a intervalos regulares hasta el vencimiento del bono.
Ventajas
- Mayor seguridad: debido a su naturaleza de deuda y a su menor susceptibilidad a la volatilidad del mercado, suelen ofrecer mayor seguridad, especialmente cuando son emitidos por gobiernos estables.
- Rentabilidad predecible y pagos periódicos: ofrecen una renta fija que se paga regularmente.
- Ideal para perfiles conservadores: son adecuados para aquellos que buscan estabilidad y una menor exposición al riesgo.
Inconvenientes
- Ganancias generalmente más bajas: a largo plazo, podemos ganar menos que con las inversiones en bolsa.
- Posibilidad de impago si el emisor no puede cumplir con la deuda: si la entidad emisora del bono experimenta dificultades financieras, podría incumplir con los pagos, dando lugar a la pérdida de parte o de todos los ahorros invertidos.
- Vulnerables a las fluctuaciones económicas: cuando los tipos suben, el precio tiende a disminuir, lo que podría afectar al rendimiento global.
3. Inmuebles
La inversión en inmuebles implica la compra de propiedades para generar dinero a través del alquiler o de su venta en el futuro. Pudiendo ofrecer estabilidad y protección contra la inflación.
Ventajas
- Generación de rentas pasivas a través de los alquileres: las propiedades pueden generar un flujo de ingresos constante a través de los pagos de alquiler.
- Revalorización de la propiedad con el tiempo: los inmuebles tienden a revalorizarse a largo plazo, ofreciendo la posibilidad de obtener ganancias al vender la propiedad.
- Protección contra la inflación: suelen mantener su coste o incluso apreciarse durante períodos de inflación, lo que los convierte en una opción muy atractiva para proteger nuestro patrimonio.
Inconvenientes
- Costes de mantenimiento y gestión: la gestión de propiedades conlleva ciertos gastos adicionales, como el mantenimiento, las reparaciones, los seguros y los impuestos.
- Periodos sin ingresos: si no se puede alquilar una propiedad, el inversor podría enfrentarse a períodos sin ingresos con la obligación de tener que seguir pagando los gastos.
- Alta barrera de entrada: la compra requiere un capital inicial considerable, lo que puede ser una desventaja para aquellos que disponen de menos recursos.
4. Depósitos de inversión
Las cuentas de inversión son activos financieros que reúnen los ahorros de varios inversores para invertir en una gran variedad de productos, como participaciones de empresas, Letras del Tesoro, inmuebles o materias primas.
Ventajas
- Diversificación de riesgos: al invertir en un depósito, podemos acceder a una gran variedad de activos, evitando así depender de un único activo o sector.
- Acceso a gestores profesionales: son gestionados por profesionales experimentados.
- Facilidad de inversión y liquidez: ofrecen facilidad para invertir y volver a disponer de efectivo, permitiendo al inversor gestionar su capital de una manera más flexible.
Inconvenientes
- Pueden tener comisiones de gestión: suelen cobrar comisiones por la gestión y administración de nuestros ahorros, lo que puede reducir la rentabilidad neta.
- Riesgo de pérdida si los activos subyacentes pierden valor: si los activos financieros en los que invierte el fondo pierden valor, los inversores pueden experimentar pérdidas.
- Dependencia de la gestión profesional: la rentabilidad depende de las decisiones de los gestores, y si tomamos decisiones equivocadas, podemos sufrir pérdidas.
5. ETFs (Fondos Cotizados en Bolsa)
Los ETFs son fondos de inversión que cotizan en la bolsa de valores y que son ideales para diversificar nuestros ahorros en una única inversión, ya que contienen diferentes tipos de activos financieros.
Ventajas
- Posibilidad de diversificar con una única inversión: un ETF permite acceder a una cartera diversificada sin tener que comprar cada activo individualmente.
- Menores comisiones: suelen tener comisiones más bajas que los fondos gestionados de manera activa, haciendo que los costes sean menores.
- Alta liquidez: al cotizar en la bolsa de valores, los ETFs pueden comprarse y venderse rápidamente, ofreciendo una mayor flexibilidad a la hora de gestionar nuestra cartera.
Inconvenientes
- Posibilidad de pérdidas si los activos subyacentes bajan de valor: están sujetos a las fluctuaciones del mercado, lo que puede generar pérdidas si los activos financieros que componen el fondo pierden valor.
- Exposición a la volatilidad del mercado: pueden experimentar una alta volatilidad en función de las condiciones de la economía.
- Dependencia de los movimientos del mercado: se encuentran directamente influenciados por los movimientos del mercado. Con lo cual, dependiendo de la dirección del mercado, pueden ser un plus o una desventaja.
6. Oro y metales preciosos
El oro y otros metales preciosos, como la plata y el platino. No dependen de la solvencia de ninguna compañía o gobierno, por lo que suelen mantener su precio durante periodos de incertidumbre económica y crisis financieras. Debido a ello, históricamente han sido considerados como activos refugio.
Ventajas
- Refugio seguro en tiempos de crisis: durante períodos de incertidumbre económica o inestabilidad política, el oro y otros metales preciosos tienden a mantener o aumentar su precio.
- Revalorización con el tiempo: suelen revalorizarse a largo plazo, lo que los convierte en una opción muy interesante para aquellos que quieren protegerse contra la inflación.
- No dependen de la solvencia de ningún emisor: no están vinculados a la solvencia de ninguna empresa o gobierno.
Inconvenientes
- No generan ingresos pasivos: no generan dividendos o intereses.
- Precios altamente influenciados por factores externos: el precio del oro y otros metales preciosos está influenciado por factores globales, como la política monetaria, los tipos de interés y la demanda de los compradores, lo que genera cierta volatilidad.
- Volatilidad a corto plazo: aunque históricamente han sido activos seguros, los metales preciosos pueden experimentar fluctuaciones a corto plazo.
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En definitiva, invertir en activos es una de las mejores estrategias para hacer crecer tu patrimonio a largo plazo. Sin embargo, para optimizar tu rentabilidad, es muy importante diversificar tu portafolio y saber elegir los instrumentos de inversión más adecuados en base a tus objetivos.
Los ETFs son una excelente opción para aquellos que buscan flexibilidad, bajos costes y acceso a diferentes mercados. Pero también puedes complementarlos con otras inversiones alternativas como los préstamos de Mintos, ayudándote a equilibrar los riesgos y a obtener mejores resultados. ¡Empieza hoy a construir tu futuro financiero!