En esta guía, vamos a explicarte de manera clara y concisa en qué consisten los fondos cotizados (ETF) y cómo Mintos ofrece una forma práctica de invertir en ellos. Tanto si es tu primera vez con estos instrumentos como si eres un inversor con amplia experiencia, nuestro objetivo es proporcionarte la información y herramientas que necesitas para poder tomar decisiones de inversión informadas.
Qué son los ETF
Un fondo cotizado en bolsa, también conocido como ETF, es un tipo de fondo de inversión que puede negociarse en bolsa. Los ETF ofrecen una forma sencilla de invertir en una cartera diversificada de activos, como acciones, bonos o materias primas.
Digamos que quieres invertir en empresas tecnológicas como Apple, Microsoft y Google. En lugar de comprar acciones de cada empresa por separado, puedes invertir en un ETF tecnológico. Esta estrategia es más sencilla y ofrece opciones de inversión más diversificadas, ya que un ETF tecnológico ya incluye estos valores, así como muchos otros más relacionados con la tecnología. Al agrupar varios valores tecnológicos en un fondo, se agiliza el proceso de inversión y resulta más rentable mantener una cartera diversificada.
Los ETF han experimentado un notable crecimiento en el panorama de la inversión en los últimos años. Según un estudio realizado por iShares, los ETF representan en la actualidad una parte considerable de los activos de renta variable: un 12,7 % en EE. UU., un 8,5 % en Europa y un 4,4 % en Asia-Pacífico. Estos datos ponen de relieve la creciente importancia de los ETF en el ámbito de la inversión a escala global1.
Los ETF siguen la evolución de un índice, una materia prima, un bono o un grupo de activos concretos. Sin embargo, su principal rango distintivo es que se negocian en las bolsas, como las acciones normales, a lo largo de la jornada.
La ventaja clave de los ETF no solo radica en su capacidad para ofrecer a los inversores una exposición diversificada a una amplia gama de activos, sino también en su rentabilidad y mayor liquidez.
A diferencia de los fondos gestionados de manera activa, los ETF suelen seguir un índice (gestión pasiva), lo que supone menores gastos de gestión. Estos a su vez se traduce en mayores rendimientos para los inversores.
Independientemente de dónde adquieras tus ETF, estos se encuentran sujetos a lo que se conoce como ratio de gastos totales (TER, por sus siglas en inglés). El TER lo cobra el proveedor del ETF (por ejemplo, Vanguard o Blackrock), que suele ser una entidad financiera o sociedad de inversión que crea y gestiona el fondo. Este gasto estándar incluye los costes asociados al funcionamiento del ETF, como las comisiones de gestión, los gastos administrativos y otros gastos operativos.
Esta comisión se deduce de los activos totales del ETF, lo que repercute en la rentabilidad total que obtienes por tu inversión. La TER es un aspecto clave de la inversión en ETF y se aplica de manera sistemática en todas las plataformas de negociación y mercados.
Asimismo, muchos ETF ofrecen la ventaja de la acumulación, con reinversión automática de los dividendos. Esta característica permite a los inversores incrementar de manera eficaz sus participaciones sin incurrir en gastos adicionales asociados a transacciones, lo que incrementa aún más la rentabilidad de las inversiones en ETF.
La combinación de estos factores (diversificación, menores costes, liquidez y reinversión de dividendos) hace de los ETF una opción atractiva para un amplio espectro de inversores.
Ventajas y desventajas de los ETF
Los ETF ofrecen una serie de ventajas e inconvenientes que pueden influir significativamente en la cartera de un inversor. En este artículo, vamos a analizarlos y a explicar por qué los ETF han adquirido tanta importancia en el mundo de las finanzas.
Ventajas
- Diversificación: los ETF suelen mantener una cartera diversificada de activos, como acciones, bonos, materias primas u otros instrumentos financieros. Esta diversificación ayuda a repartir el riesgo entre varios activos. Además, los ETF ofrecen diversas opciones de inversión, que abarcan un espectro de clases de activos y estrategias. Esto permite a los inversores adaptar sus inversiones a sectores, regiones o temas específicos.
- TER reducida: los ETF suelen contar con TER más bajos que los de los fondos de gestión activa, lo que los convierte en opciones de inversión asequibles.
Supongamos que inviertes 10 000 EUR en un ETF con una TER del 0,1 % y otros 10 000 euros en un fondo de inversión con una TER del 1 %. A lo largo de un año, los costes en comisiones del ETF ascenderían a 10 EUR, mientras que los del fondo de inversión serían de 100 EUR. Si optas por el ETF, podrías ahorrarte 90 EUR anuales en comisiones (un gasto que se acumularía a lo largo del tiempo).
- Liquidez: las acciones de los ETF pueden comprarse y venderse en los mercados de valores por su precio de cotización a lo largo de toda la jornada bursátil. Esto proporciona a los inversores flexibilidad y liquidez.
- Transparencia: los ETF publican periódicamente los activos que componen sus fondos. Esta transparencia permite que los inversores puedan tomar decisiones informadas.
- Eficiencia fiscal: los ETF se estructuran para garantizar su eficiencia desde el punto de vista fiscal, con el fin de reducir la carga impositiva potencial de los inversores.
- Alineación con el rendimiento del mercado: los ETF presentan un enfoque de gestión pasiva rentable para los inversores cuyo objetivo es alinearse con el rendimiento del mercado o del sector. Al seguir los índices de manera pasiva, los ETF eliminan las complejidades y los costes asociados a la gestión activa. Esta estrategia garantiza que los inversores puedan participar en las tendencias del mercado sin tener que dedicar tiempo a la selección de valores o a la sincronización con el mercado.
Desventajas:
- Comisiones de intermediación: aunque los ETF tienen unos coeficientes de gastos bajos, las comisiones de intermediación que se generan durante la compra y la venta pueden aumentar el coste total de la inversión, a diferencia de lo que ocurre en el caso de los fondos de inversión, que pueden no tener tales comisiones pero sí unos coeficientes de gastos más elevados. Del mismo modo, las inversiones directas, como las acciones individuales, implican diferentes estructuras de comisiones, lo que incluye posibles comisiones de corretaje sin coeficientes de gastos, por lo que las comisiones de corretaje son una consideración importante tanto para los inversores en ETF como en acciones.
- Error de seguimiento: algunos ETF pueden no seguir perfectamente su índice subyacente debido a factores como las comisiones de gestión y los costes de negociación, lo que puede dar lugar a un error de seguimiento.
Los ETF están diseñados para seguir un índice específico, como el S&P 500. Sin embargo, debido a factores como las comisiones de gestión y los costes de negociación, la rentabilidad puede no coincidir perfectamente con la del índice. Si, por ejemplo, el índice se incrementa un 10 %, el ETF puede subir un 9,8 %. A esta ligera diferencia es a lo que se denomina error de seguimiento.
- Gestión activa limitada: la mayoría de los ETF siguen un índice de manera pasiva, lo que limita la capacidad de gestión activa y selección de valores.
- Posible prima o descuento: los ETF pueden cotizar con prima o descuento respecto a su valor liquidativo (VL), lo que puede deberse al sentimiento del mercado o a problemas de liquidez. Normalmente, los ETF cotizan muy cerca de su valor liquidativo, pero pueden darse diferencias (sobre todo en momentos de gran volatilidad del mercado o de escasa liquidez). A diferencia de los fondos de inversión, que se negocian una vez al día a su valor liquidativo, los ETF cotizan en bolsa a precios de mercado durante toda la jornada. Estos precios de mercado pueden fluctuar en función de la dinámica de la oferta y la demanda.
- Fiscalidad de los dividendos: la tributación de los ingresos percibidos por los inversores de sus inversiones. Aunque los ETF pueden ser eficientes desde el punto de vista fiscal, los inversores pueden seguir sufriendo consecuencias fiscales sobre los dividendos en función de su jurisdicción fiscal.
- Diferencial entre precios de compra y de venta: representa la diferencia entre los precios de compra y de venta de un ETF, y puede influir en los costes de negociación, especialmente en el caso de los ETF menos líquidos. Aunque los ETF suelen ser conocidos por su liquidez, los menos líquidos pueden tener diferenciales de compra y venta más amplios, lo que puede dar lugar a costes de negociación más elevados para los inversores en esos ETF concretos.
Tipos de ETF
La disponibilidad de diferentes ETF responde a las necesidades y objetivos únicos de los inversores. Los ETF cuentan con distintos objetivos financieros, tolerancias al riesgo y horizontes de inversión para atender a estas preferencias individuales. De esta manera, proporcionan una herramienta versátil para construir carteras completas.
Nombre del ETF
Características
ETF de renta variable
Los activos de estos ETF se asignan principalmente a acciones, lo que los convierte en una buena opción para los inversores que quieren contar con exposición a índices de mercado o sectores, industrias o países específicos.
Estos fondos ofrecen la oportunidad de incrementar el capital y también pueden distribuir dividendos (en función de los activos subyacentes del ETF).
ETF de renta fija (también conocidos como ETF de bonos)
Estos ETF dan prioridad a los bonos, lo que proporciona a los inversores pagos regulares de intereses y la conservación del capital invertido. Estos fondos ofrecen una vía de diversificación dentro del ámbito de los activos de renta fija, al abarcar varios tipos de bonos, como los gubernamentales, los corporativos y los municipales.
ETF de materias primas
Siguen la evolución del precio materias primas físicas como el oro, el petróleo o los productos agrícolas. Ofrecen exposición a activos tangibles y pueden servir como cobertura frente a la inflación, lo que los hace atractivos en momentos de incertidumbre económica.
ETF de divisas
Se centran en los mercados de divisas y permiten a los inversores especular o protegerse contra los movimientos en los precios de estas. Estos ETF suelen incluir pares de divisas y ofrecen una forma de operar con ellas sin necesidad de abrir una cuenta de divisas tradicional.
ETF multiactivo
Su composición incorpora una combinación de distintas clases de activos, como acciones, bonos y materias primas. Su objetivo es ofrecer una solución diversificada e integral a inversores con distintos perfiles de riesgo, simplificando la construcción de carteras.
ETF alternativos
Invierten en activos no tradicionales, como fondos de inversión libre o capital riesgo. Ofrecen ventajas en materia de diversificación y cuentan con una baja correlación con las inversiones convencionales, lo que permite reducir el riesgo global potencial de la cartera.
ETF sostenibles
Se centran en empresas con buenas prácticas en el ámbito ESG (medioambiental, social y de gobernanza). Son un subconjunto de los ETF de renta variable, aunque los criterios de selección dan prioridad a las empresas que cumplan los principios de ESG. Los inversores y las instituciones están alineando sus estrategias financieras con los principios ESG en el marco de un giro social más amplio hacia la sostenibilidad y la conducta ética. Gracias a estos ETF, los inversores pueden alinear sus carteras con sus valores personales.
Cómo comprar ETF
Normalmente, los ETF se adquieren a través de un corredor de bolsa, que actúa como intermediario entre los inversores y los ETF. Para ello, se requiere una cuenta de corretaje: es posible elegir entre diferentes plataformas en línea u optar por un servicio tradicional de tipo presencial. Para sacar el máximo partido a tus inversiones en ETF, te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente:
- Objetivos de inversión: decide si lo que buscas es el crecimiento a largo plazo, la generación de ingresos o el seguimiento de una estrategia específica.
- Diversificación de la cartera: elige aquellos ETF que se ajusten a su estrategia de inversión y que te ayuden a repartir el riesgo asociado a tu cartera de manera eficaz.
- Investigación del mercado: supervisa e investiga de manera continua las novedades en el mercado que puedan afectar a tus inversiones en ETF.
- Revisión periódica de la cartera: evalúa cada cierto tiempo el rendimiento de tu cartera y realiza los ajustes necesarios para no desviarte de tus objetivos.
- Selección del corredor: elígelo cuidadosamente teniendo en cuenta factores como las comisiones, los ETF y la calidad del servicio y las herramientas que ofrecen.
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1Esta información se consultó en diciembre de 2023 y podría no reflejar las cifras o actualizaciones disponibles más recientes. Te recomendamos que verifiques los datos más recientes antes de tomar cualquier decisión o de sacar conclusiones.